Está bien, no se jugó muy bien... pero fue un robo a mano armada, desde offsides no pitados, el gol del rival que debió ser anulado y el increíble gol no pitado a Peñarol en el final del encuentro.
Si hablamos de realidades Peñarol debió ganar 1 a 0, aunque el rival fue superior y propuso algo distinto.
El decano no repitió nada de la actuación ante Inter en el Beira Río, el equipo no abrió la cancha y tuvo muy poco peso en ofensiva, quizás el desgaste físico fue uno de los motivos.
Después de ésto, Martin Vazquez no podría arbitrar nunca más en su vida, lo de hoy fue un afano con todas las letras, muy pocas ganas tenemos de hablar de fútbol tras ésto.
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